Oscar Alberto Peña "toca como los ángeles" |
A decir de los explícitos testimonios de tres de sus más allegados amigos, Oscar Alberto Peña, deja el plano terrenal para trasladarse a la inmortalidad en las mentes de sus condiscípulos, relacionados y congéneres, quienes compartieron con él, su tránsito por este plano terrenal, lo conocieron durante su ejemplar carrera y le siguieron en sus recitales de manera vivencial o en el escenario los que hoy atesoraran el privilegio de haber compartido y apreciado el virtuosismo de un ser excepcional en su corta existencia y a través de su música. Dice las sagradas escrituras de una expresión también explicita de Jesús que reza: "Quien cree en mí, no morirá para siempre"; y es que en efecto, quien obra de una manera justa, ejemplar y benefactora a su entorno humano, como lo recomienda el hijo del carpintero, jamás podrá ser olvidado por su relacionados.
Como un tributo especial de "La Síntesis Gaitera" a un ser excepcional, rendimos un merecido homenaje a Oscar Alberto Peña a través de él verbo acreditado de "El Poeta del Petróleo" El Licdo. Simón Petit Arévalo, "El Compositor, Cuatrista y Maestro Musical" Pablo Camacaro y "El relevante compositor de La Gaita" William Atencio Rodríguez, por medio de sendos mensajes publicados en el muro de sus cuentas individuales de Facebook. Señor, dale el descanso eterno, Amen.
A continuación
Simón Petit Arevalo
"En la mañana, entrando al auditorio María Mercedes Colina de Coro, encontré sentado entre el público a Israel Colina, padre. Me dio la noticia de la gravedad de Oscar Peña. Me disponía a dar una conferencia a la cual fui como ponente invitado y no pude cruzar mayores palabras. "Está muy mal" remató Israel. Debo confesar que a pesar del momento, dije para mis adentros que lo superaría.
Pero entrada la tarde me llega la dolorosa noticia de su muerte. Israel hijo, me escribió "Simon, lamentablemente el violinista Oscar Peña cambio de paisaje. Paz a su alma". Y como suele suceder, un frío recorrió mi cuerpo y se alojó en el corazón. No podía creer que se nos fuera tan pronto. Qué razón habrá para que los buenos, los genios y virtuosos se vayan rápido, es algo que nunca entenderé. En el cielo Dios arma su orquesta y coro con lo mejor, y no dudo que Oscar Peña esté en la primera fila.
Te vamos a extrañar mucho Panita. Cada violín que escuche me va recordar tu tránsito. Cada abrazo a los amigos comunes, me llevará a ti.
Si el asunto era que descansaras, hazlo en paz; pero mantente inquieto y con la alegría con la que solías estar. Hasta siempre hermano".
Pablo Camacaro:
"Qué broma, Oscar Alberto. Ahora, cuando pensábamos que ya estabas fuera de peligro, respecto a tu operación del corazón, surgió otro percance de salud, del cual nos imaginábamos que ibas a salir igualmente triunfante, pues siempre fuiste un consentido de Dios. Pero no, hoy nos enteramos con mucha tristeza que te habías dormido para siempre. Una persona como tú, tendría que haber durado todos los años del mundo, pues siempre irradiabas respeto, estima, bondad y aprecio por tus semejantes, cosa que muy bien te enseñaron tus padres y abuelos. Todos tus colegas esperábamos verte siempre ascender, a través de esa bella música que nos entregabas con mucho amor y convicción.
Pero ese ascenso fue repentinamente celestial. Y cabe en este momento, la misma pregunta que se plantea la mayoría en estos casos: ¿Por qué tuviste que marcharte tan temprano? Es que faltaba que siguieras sembrando buena música en el corazón de tus discípulos. Era importante que disfrutaras por más tiempo a toda tu hermosa familia, y ellos a ti. Como también lo era, que nos permitieses a los amigos disfrutar de tu bonhomía. Eran muchas las cosas que tenías que haber hecho, pero, por alguna razón, tu ascenso al reino del Creador fue como adelantado.
Apreciado y recordado amigo, sabemos que donde estás ahora, las lágrimas que derramamos no son necesarias, pero, permítenos desahogarnos con alguna que furtivamente se nos escape, al saber que ya no te tendremos físicamente con nosotros.
Vuela alto, querido amigo, que algún día tocaremos de nuevo juntos, esa bella música que tú realizabas con brillo y pasión".
Tus panas.
William Atencio Rodríguez
"Me tome unas horas, más bien, un día, ya que su muerte me parecía absurda, pero……
La voluntad divina, no se discute,, no se objeta y a si nos parezca ilógica, solo se acata, por muy dolorosa que ella sea.
Lo conocí una noche en una de esas tantas actividades culturales-musicales que realiza el Banco central de Venezuela sub-sede Maracaibo en el auditórium "Gastón Parra Luzardo", era materialmente imposible no reparar en él, un muchacho delgado de tez trigueña, que gracias a la fuerza que le imprimía a sus movimientos corporales ejecutando el violín, todas las miradas de los espectadores confluían en su quijotesca figura, el virtuosismo y el sentimiento que le imprimía a su interpretación, nos dejaba ver a las claras que su alma hablaba a través del violín, yo pensé, ese muchacho va a llegar muy lejos como músico. En una segunda oportunidad y ahora gracias a mi hija mayor y a mi nieto me tropiezo otra vez con el muchacho en cuestión al enterarme que era docente en el colegio los robles de Maracaibo y que él era el maestro de Federico, mi niño bello , el cual me dijo al verme tocar la guitarra, - Abuelito mi maestro toca violín y en el salón cuando nos portamos mal, el saca su instrumento y nos toca para que nos callemos, toca muy bonito-, apreciación que corroboro mi hija al refrendar lo que Federico decía, con un contundente juicio. - Papi "toca como los ángeles"-. Un poco después me entero que el muchacho sufría de un problema congénito en su corazón y que debía recibir un procedimiento quirúrgico para implantarle una válvula que resolvería su problema de salud, un procedimiento por demás costoso y que la comunidad escolar de los robles se aboco a tratar de resolver el problema en cuestión. Yo le plantee a mi hija quien formaba parte del grupo de docentes y representantes que conformaron el equipo que trabajo en procura de resolverle el problema al chamo, que fueran al IECTA esa extraordinaria institución que trabaja por la salud de los zulianos, yo fui personalmente a hablar con la gente del IECTA comandada por el Dr. J.J. Villasmil y que además cuenta con un excelente equipo entre los cuales podemos mencionar a los Drs. José Rivera, Douglas Inciarte, Pablo días y otros, y como siempre la gente del IECTA se portó a la altura y se materializo la riesgosa intervención por demás exitosa, lo que le permitió reintegrarse a sus actividades, todo parecía marchar muy bien, pero la vida le tenía preparada una artera emboscada y el pasado sábado después de cumplir con un compromiso musical le sobrevino un severo accidente cerebro vascular del cual no pudo recuperarse y hoy en horas de la mañana le entrego su alma al creador…. Oscar peña, el músico, el maestro, el amigo, es ese chamo del cual hago referencia en esta nota por demás triste y dolorosa, un hombre o mejor dicho un muchacho de solo 30 años de edad que tenía el mundo a sus pies a través de su música, hoy se nos va, hoy cambio de paisaje, y solo Dios, así nos duela en lo más profundo de nuestro ser, sabe porque se lo llevo… vuela, vuela Oscar, vuela bien alto, la gloria y el infinito son tuyos, dios te espera".
Lo conocí una noche en una de esas tantas actividades culturales-musicales que realiza el Banco central de Venezuela sub-sede Maracaibo en el auditórium "Gastón Parra Luzardo", era materialmente imposible no reparar en él, un muchacho delgado de tez trigueña, que gracias a la fuerza que le imprimía a sus movimientos corporales ejecutando el violín, todas las miradas de los espectadores confluían en su quijotesca figura, el virtuosismo y el sentimiento que le imprimía a su interpretación, nos dejaba ver a las claras que su alma hablaba a través del violín, yo pensé, ese muchacho va a llegar muy lejos como músico. En una segunda oportunidad y ahora gracias a mi hija mayor y a mi nieto me tropiezo otra vez con el muchacho en cuestión al enterarme que era docente en el colegio los robles de Maracaibo y que él era el maestro de Federico, mi niño bello , el cual me dijo al verme tocar la guitarra, - Abuelito mi maestro toca violín y en el salón cuando nos portamos mal, el saca su instrumento y nos toca para que nos callemos, toca muy bonito-, apreciación que corroboro mi hija al refrendar lo que Federico decía, con un contundente juicio. - Papi "toca como los ángeles"-. Un poco después me entero que el muchacho sufría de un problema congénito en su corazón y que debía recibir un procedimiento quirúrgico para implantarle una válvula que resolvería su problema de salud, un procedimiento por demás costoso y que la comunidad escolar de los robles se aboco a tratar de resolver el problema en cuestión. Yo le plantee a mi hija quien formaba parte del grupo de docentes y representantes que conformaron el equipo que trabajo en procura de resolverle el problema al chamo, que fueran al IECTA esa extraordinaria institución que trabaja por la salud de los zulianos, yo fui personalmente a hablar con la gente del IECTA comandada por el Dr. J.J. Villasmil y que además cuenta con un excelente equipo entre los cuales podemos mencionar a los Drs. José Rivera, Douglas Inciarte, Pablo días y otros, y como siempre la gente del IECTA se portó a la altura y se materializo la riesgosa intervención por demás exitosa, lo que le permitió reintegrarse a sus actividades, todo parecía marchar muy bien, pero la vida le tenía preparada una artera emboscada y el pasado sábado después de cumplir con un compromiso musical le sobrevino un severo accidente cerebro vascular del cual no pudo recuperarse y hoy en horas de la mañana le entrego su alma al creador…. Oscar peña, el músico, el maestro, el amigo, es ese chamo del cual hago referencia en esta nota por demás triste y dolorosa, un hombre o mejor dicho un muchacho de solo 30 años de edad que tenía el mundo a sus pies a través de su música, hoy se nos va, hoy cambio de paisaje, y solo Dios, así nos duela en lo más profundo de nuestro ser, sabe porque se lo llevo… vuela, vuela Oscar, vuela bien alto, la gloria y el infinito son tuyos, dios te espera".
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