Falleció en Houston-Texas, tras sufrir un paro
respiratorio en el hospital Northwest Medical de la ciudad norteamericana luego
de una férrea lucha contra una diabetes severa.
Familiares, amigos y miembros del gremio gaitero
y cultural del Zulia y de Venezuela toda manifiestan honda tristeza tras el final de esta
batalla dura que le tocó enfrentar a Germán. Se realizan las diligencias
pertinentes para que sus restos mortales puedan llegar a Maracaibo, en el menor
tiempo posible.
En la biografía publicada en el portal Web Sabor Gaitero del Locutor y
Periodista León Magno Montiel se reseña la fructífera trayectoria de Germán Ávila
en estos términos:
Luciteño. Vio la luz al mundo un 12 de enero de
1946. Fue concebido producto del amor entre Flor Sandoval de Ávila y Ángel René
Ávila, quienes impregnaron la vida del pequeño Germán Guillermo con gaitas a
flor de piel, todo lo cual, despertó en este hombre sencillo de trato amable y
fraterno, un apego por el género musical por excelencia para los zulianos.
Inició sus estudios de primaria en el colegio
Idelfonso Vásquez y la secundaria en el reconocido liceo Udón Pérez.
Desempañaba labores de oficinista, además de erigirse como uno de los gaiteros
más representativos del Zulia.
1962 fue el año en el cual se inició en el mundo de la
gaita al integrar la agrupación Estrellas del Momento y dos años más tarde, le
dan la bienvenida, nada menos que en Cardenales del Éxito.
En Cardenales participó en inolvidables duetos
con el Monumental Ricardo Aguirre, para así popularizar e inmortalizar a esta
extraordinaria agrupación gaitera.
Temas como "La Botellita" y
"Trigueña Hermosa" fueron dos composiciones que logró imponer en
calidad de solista del elenco cardenal, entre 1963 y 1969.
Parte de Cardenales hacia la agrupación
Saladillo en 1971, donde impuso temas como "Gaita en ruinas",
"Frente a Frente", "Mi Llano", "Plaza Baralt" y
la composición que lo catapultó por siempre jamás: "Gaita, Gaita".
Integró las agrupaciones Venezuela Habla Gaiteando (VHG) y el emblemático grupo de Rincón
Morales en las temporadas 1981, 1983 y 1987. Luego canta en La Universidad de
la Gaita, donde le dio el espaldarazo a su hijo Germán Ávila Jr.
Con tan vasta experiencia en todas estas grandes
agrupaciones gaiteras, Germán se perfiló entre los músicos de la élite gaitera
y ganó el respeto, admiración y simpatía de sus compañeros y el cariño inmenso
de todo un pueblo.
Presidió el Instituto Municipal de la Gaita
"Ricardo Aguirre" en el año 1993.
Su potente voz, gracias a la cual se ha ganado el
calificativo de "El látigo de la gaita", ha popularizado temas como
"Imploración", "La esquina del recuerdo", "Gloriosa
Chinita", "El cofre", "Palomita negra", "Nació un
Saladillero", "Las lecciones de Bolívar", "Nostalgia de un
zuliano", "Las tiendas de mi barrio", "Amor a mi
Chinita", "Reencuentro", "El creyente", "El
pozón", "La avispa", "Dámele otra vez",
"Zapateándola", "Parranda y son", "La esquina del
recuerdo", "Se muere un zuliano", "mi danza",
"Ana María y El Negro", "La ley seca" y el Popurrí 1 con
Rincón Morales, en 1983.
En el 2001 se incorporó a las filas de Los
Colosales de Ricardo Cepeda, y se le considera uno de los pocos pioneros de la
gaita que hasta hace muy poco aún grababa en producciones discográficas propias
del género.
Conformó su propia agrupación, haciendo uso de
su mote, bautizándola como Los Parranderos del Látigo.
Un
batallador
La diabetes lo acosó. La enfermedad se enquistó
en el gaitero haciéndolo sacar todas sus fuerzas para luchar por su vida y lo
iba logrando.
Desde hace seis meses, la enfermedad atacó más
duro la salud de Germán y ameritó un tratamiento más profundo contra una
diabetes más severa.
Nunca
faltó un abrazo
Germán era un hombre recio, de carácter, pero al
mismo tiempo dicharachero, querendón, alegre y con un don de gente inolvidable.
Nunca faltaba ese abrazo cariñoso y fraterno.
A Germán se le veía de rato en rato en El Pozón del Saladillo, donde adoraba
compartir momentos amenos con sus compañeros de gaita Neguito, Danelo, Ricardo
Portillo, Ricardo Cepeda, Jime Indriago y muchos más.
Allí en El
Pozón, deleitó varias veces a los zulianos con su reciedumbre y toda esa
energía gaitera que llegaba a tocar las fibras más profundas de quienes aman al
Zulia y a la gaita.
En diciembre del año pasado, Germán ofreció un
concierto inolvidable en El Pozón del Saladillo. Ese día el espacio estaba a
reventar coreando una y otra vez: "Gaita, gaita, gaita, gaita, como yo te
canto nadie puede cantarte mi gaita, yo soy tu voz...".
Era inevitable sentirse representado en las
interpretaciones de Germán. Nunca faltaban las lágrimas de emoción de quienes
lo escuchaban de cerca, pues lo que transmitía con su voz y su sentir al cantar
no era cualquier cosa, era un sentimiento vibrante, especial, indescriptible y
cuya presencia de seguro hará falta.
El vacío que deja Germán, tras marcharse
físicamente, será hondo, pero su voz será eterna como la de Ricardo Aguirre y
el parroquiano Astolfo Romero.
Gaiteros y cultores
preparan un Adiós muy especial y muy sentido, digno de Germán. De seguro los
Chiquinquireños cantarán a Germán.
Esta vez, El Pozón los recibirá a todos con ese
nudo en la garganta y esa tristeza que se transformará en una hermosa gaita
sentida para Germán.
Por los momentos, sus familiares más cercanos,
quienes se encuentran con él en Houston, preparan su traslado a Maracaibo, y
aquí en el Zulia, desde ya se preparan los actos solemnes para las exequias a
Germán, todo esto acompañado de un sentido homenaje y próximamente se darán
detalles de esta actividad a la cual, desde ya se invita a todo el pueblo
zuliano.
Tú eres la voz de la gaita y del furro la
velada, sois las cuerdas de un buen cuatro, sin ti no hay gaita ni
nada...Sencilla y simplemente, vos sois la voz...Descansa en Paz, hermano
querido, gaitero de corazón, Látigo de la Gaita, inolvidable maestro. El Zulia
te ama, el Zulia te aclama, el Zulia te llora, el Zulia te eterniza por siempre
jamás.
En nombre del equipo periodístico de este portal
informativo NotiZuiaNet, nos unimos al profundo pesar que embarga a familiares,
amigos y a todo el Zulia por la partida física de uno de sus hombres más
insignes como lo fue Germán Ávila y enviamos nuestras más sinceras palabras de
solidaridad. Que el Señor lo reciba en su regazo.
Ernesto Ríos Blanco